Si has sido madre ya te habrás dado cuenta de lo duros que son los primeros años de crianza, y esto se incrementa si además eres Proyectora. Las madres Proyectoras ya están cansadas antes de que nazca su primer hijo.
El tipo Proyector es un tipo no energético, y esto no quiere decir que no tengan energía, quiere decir que no la manejan de manera consistente y, por tanto, no están aquí para hacer, están aquí para ser; ser guías naturales de los tipos energéticos, es decir, su gran don es guiar la acción de una manera más eficiente.
Generadores y Manifestadores, que son tipos energéticos, suman el 80% de la población, así es que podemos decir que la acción es lo que predomina en este mundo. Y lo que les suele ocurrir a los tipos no energéticos, como el Proyector, es que amplifican toda esta energía y se convierten en las personas más activas del mundo; entonces, vemos a madres Proyectoras con la lengua fuera, trabajando más que nadie, criando a los hijos, llevando las tareas domésticas, echándose todo a sus espaldas y diciendo: -no, no, estoy bien, yo puedo con todo, tranquilos, no os preocupéis- aunque estén realmente exhaustas.
Lo más importante que deben entender las madres Proyectoras es que no están aquí para cargar con todas las tareas del mundo, ni para trabajar de la manera en que sí lo pueden hacer los tipos energéticos, sobre todo el tipo Generador; por tanto, en la crianza, van a necesitar mucho apoyo, mucha ayuda, y mucho tiempo de descanso. Esto no les hace ser peores madres, al contrario, conocer su tipo y tomar conciencia de ello, les alinea con una forma de afrontar la crianza muy distinta.
Siempre me ha llamado la atención la cantidad de presión que reciben las madres cuando nace su primer hijo. Todo el mundo les dice lo que tienen que hacer, (con toda su buena intención) cuando realmente nadie tiene ni idea; y no tienen ni idea por la sencilla razón de que ese bebé es único y la relación con su madre también lo es. No hay dos crianzas iguales, por mucho que lo queramos empaquetar todo en costumbres o tendencias homogeneizadas y, por tanto, la crianza de tu hijo es algo que vas descubriendo cómo hacer mientras crías a tu hijo (como todo en esta vida, que diría un buen amigo).
Las madres Proyectoras son guías inteligentes que pueden reconocer de manera natural las necesidades de sus hijos, y debido a su naturaleza enfocada en el otro, pueden entregarse tanto a la crianza que pierden el contacto consigo mismas. Si los hijos son energéticos pueden acabar realmente agotadas intentando seguir su ritmo. Además, pueden llegar a estimular en exceso a sus hijos, es decir, a darles una atención excesiva cuando quizá estos no la necesitan. Si tu hijo es energético: Generador o Manifestador, quizá no necesite que estés todo el día encima de él, ya que los tipos energéticos suelen ser más autónomos y les suele gustar estar a lo suyo (siempre hablando en términos generales).
Las madres Proyectoras pueden llegar a vivir la crianza con gran amargura cuando, empujadas por su entorno, y por lo que se considera normal en esta sociedad, se empeñan en ir a un ritmo que nada tiene que ver con su naturaleza.
Conocer tu tipo y el de tu hijo, te da pistas muy valiosas que aligeran mucha carga en tu viaje, para que puedas disfrutar de una manera única de lo maravillosa que puede llegar a ser la crianza. Conocer cómo te influye tu hijo y cómo le influyes tú a él, sus necesidades de sueño, alimentación y socialización, te da una perspectiva muy distinta acerca de cómo acompañar a tu hijo en su desarrollo.
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